12 dic 2017

Conversaciones Frente al Espejo IV




Parte IV


La mirada de los otros



Ya hemos hablando previamente de como la ropa muestra nuestra identidad. Y quedaron algunos puntos en el tintero. Hoy me gustaría volver sobre un tema de la primera nota, pero ha estado presente en las otras también: la mirada de los otros.
No me canso de escuchar y ver a mujeres que tienen la creencia de poder leer el pensamiento de los otros. Y lo digo con un tono irónico... Miles de veces me he parado frente al espejo con un conjunto que me encanta y he pensado "si me viera mi mamá/amig@/novio@/etc. Diría que..." O ¿no te paso?
Lamentablemente, esa conversación es más frecuente de los que creemos, y no somos nada originales al plantearla. Pero ese pensamiento tiene un aura de pensamiento mágico y omnisapiente, lo que caracteriza a la soberbia como emoción por excelencia, donde nosotros creemos que podemos saber qué es lo que el otro piensa.
Lo más triste, es que no solo creemos tener dotes adivinadores, sino también que confiamos a ciegas que eso que nosotras creemos que el otro piensa es un hecho irrefutable y no nos equivocamos. Como ya lo he mencionado antes, estas conversaciones son solo en nuestras cabezas, son privadas y exclusivas nuestras, porque tampoco se nos ocurriría ir a preguntarle a ese otro qué piensa sobre nuestro atuendo (no vaya a ser que nos equivoquemos).
Es interesante cómo funciona el pensamiento, y las conversaciones. Depositamos en el otro aquello de lo cual no nos quisiéramos hacer cargo. Entonces, como el otro diría que no estamos lindas yo no lo soy: como el otro diría que no me queda bien a mí no me gusta. Pero en toda esta vuelta, nunca dimos la oportunidad para que el otro opinara.
Me acuerdo perfectamente de una vez que estando en un proceso de cambio medio radical en mi vida, decidí cortarme el pelo. En ese momento tenía el pelo por debajo de la cintura, y comente en una reunión familiar que quería cortármelo corto… Obviamente, encontré voces contrapuestas, aquellas que me dijeron “dale, te va a quedar bien” y aquellas que dijeron “No tenes rostro para el pelo corto, no te va a quedar bien”… Esta última era la voz de mi Madre y mi Abuela,  que son esas voces referentes a las que una, directa o indirectamente siempre escucha…
Las voces de ellas eran las que yo esperaba, eran las que yo creía que ellas iban a decir, y fueron a las que más autoridad les di durante más de 6 meses, el tiempo que me llevo ir a la peluquería y decirle a Daniel (mi peluquero) “Córtame corto”.
Finalmente, en un acto de rebeldía contra el mundo, fui a la peluquería y en cuestión de minutos pase de tener una cabellera de más de 50 cm de largo a una de menos de 10 cm de largo. Salí fascinada y liviana de la peluquería, el peso que me había sacado de la cabeza (físico y emocional, porque las emociones y las conversaciones pesan) fue impresionante. Claramente, llegue a la próxima reunión familiar y todos se sorprendieron, y yo me sorprendí cuando mi mamá dijo “te queda lindo… pensé que te iba a quedar muy mal”.
Ese día aprendí varias cosas, una que los actos de rebeldía a veces son buenos, la segunda que la rebeldía era contra las opiniones que yo validaba y daba autoridad, la tercera que significaba ser autentica y genuina con mi deseo… y la más importante, que a veces no solo el otro se puede equivocar, sino que yo también me puedo equivocar sobre lo que los otros piensan.
Había puesto en la opinión de mi Mamá y Abuela el miedo a dejar de tener el pelo largo (32 años de vida teniendo el pelo largo, con una larga lista negra de peluqueros que me habían hecho solo desastres) tenía mucho peso para mi… Sin embargo, el pelo crece… La moda evoluciona y retrocede (la moda vintage es lo mismo que se usaba hace 40 años atrás)… la ropa se rompe… y vos tenés la posibilidad de cambiar.
Dejemos de usar de excusa al otro para evitar cambiar, usar la ropa que nos gusta, el peinado que deseamos, la posibilidad de ser quienes queremos ser…
Te dejo una pregunta para vos… ¿Qué cambio te animas a hacer esta semana?
Nos vemos la próxima…
Aleli Ortiz
Psicóloga y Coach Ontológico


Y así termina este Capítulo, que como siempre, nos deja pensando y reflexionando.
Y queremos que eso que Alelí nos plantea para preguntemos a nosotras mismas, lo compartan en este post …
¿Qué cambio te animas a hacer esta semana? Las leemos!

7 nov 2017

Conversaciones Frente al Espejo III

Parte III
¿Qué dice nuestra ropa de nuestras emociones?


En el pasado he sido una fiel creyente de que la ropa simplemente era para tapar el cuerpo, abrigarme en invierno y cumplir con las normas sociales de estar vestida... Sin embargo, debajo de esa creencia se escondían unas ansias desmesuradas de vestirme con ropa colorida, profesional, divertida y que expresara quien era yo... Entonces ¿por qué no usar esa ropa? Por qué no sabía quién era yo, que quería expresarlo y cómo hacerlo...
La ropa no es algo más en nuestra vida... Es aquello que habla de nosotras y nuestro mundo emocional. Y pasa lo mismo con la ropa que con la música, y aquí capaz sea más fácil identificarlo... Cuando estamos contentas tendemos a escuchar música más alegre, a tararear canciones y vestirnos con colores más llamativos. Ante la tristeza escuchamos música melódica o boleros, y la ropa tiende a ser apagada y de colores como negros, azul oscuro y grises.
¿Qué color predomina en tu placard?
¿A qué emoción lo asocias?
Sin embargo esto no es una sentencia sobre nuestro futuro. Gracias a que somos seres humanos, como tales podemos cambiar, y vivimos en mundos emocionales que podemos intervenirlos!!!!  ¿Cómo? Cuando estés triste vestite colorida. Cuando estés enojada vestite con colores claros, cuando necesites tranquilizante usa colores neutros y pasteles... Cambia la música que escuchas y baila... Sola, en tu casa, en la oficina o en la calle... Cambia el cuerpo, tararea música divertida... esto no va a hacer que dejes de estar triste o enojada o alegre, simplemente hará que la emoción cambie y puedas ver otras posibilidades diferentes.
Nosotras, todas, tenemos una identidad pública, que construimos día a día, y que el otro registra y construye con lo que le mostramos.  Esto no significa que yo me vista para el otro, sino que me vista para mí y pensando en la imagen que quiero generar en el otro. Hay que tener en cuenta que la diferencia es sutil pero fundamental, en próximas notas hablaremos sobre la importancia de la opinión del otro, pero aquí me parece importante poder resaltar que todos, ante los ojos de los otros, somos más transparentes de lo que creemos.
Aunque no digamos con palabras lo que sentimos o cómo estamos, nuestra ropa, nuestro cuerpo, la mirada, el tono de voz, la energía que demostremos,  habla de cómo estamos... Y ante los ojos expertos, y no tan expertos, cuando nos atrevemos a mirar al otro de verdad, a prestarle atención, rápidamente podemos ver como esta y que siente... Eso mismo pasa cuando el otro me mira a mí, cuando presta atención a los detalles.
Para aquellas personas a quienes le importas, pueden detectar tu sentir, pueden verlo y palparlo... Pueden verte. Ahora... ¿Vos te ves a vos misma? ¿Qué ves cuando te ves en el espejo? ¿Qué dice ese reflejo de vos? ¿Qué dice de vos tu ropa? ¿Qué proyecta tu ropa para vos?
Con estas preguntas te despido hasta la próxima...

Alelí Ortiz
Psicóloga y Coach Ontológico


Y esto cada vez se pone mejor, cuéntennos, después de leer éstos Capítulos, ¿se ponen a reflexionar sobre lo que plantea Alelí? ¿Se sienten identificadas? ¡Las leemos!

21 sept 2017

Conversaciones Frente al Espejo II

Conversaciones Frente al Espejo
Parte II
El empoderamiento de la mujer

Ya en la primer nota hable apenas mencioné el tema del empoderamiento. Pero creo necesito aclarar que significa, para mí, que las mujeres se empoderen. En el último tiempo han surgido posturas bastante radicales sobre la mujer y su liberación, su máxima expresión fue el tetazo a nivel nacional. No es mi objetivo entrar en polémicas, pero lejos estoy de creer que exponer mis tetas a la sociedad sea una forma de empoderarme yo o cualquier mujer.
Para mi empoderar significa otra cosa. Significa sentirse poderosa, no sobre otros sino sobre una misma, poderosa para hacer por mí y para mí, para decidir, para elegir, para vivir una vida auténtica desde una elección genuina.
Y acá aparecen palabras como auténtica y genuina, que también es importante que revisemos.  Auténtico significa que soy fiel a mí misma, que es lo que sinceramente yo quiero para mí, basada en el respeto a mí misma. Genuino, tiene que ver con el deseo o las elecciones en sí mismas. Una elección sincera y auténtica, que surge desde mi interior.
Después de estas definiciones, me surge la pregunta.... Nosotras ¿somos sinceras, auténticas y genuinas con nuestra vida y la vida que queremos vivir? Creo que si no podemos responder afirmativamente y decir yo lo soy, necesitamos revisar algunas cuestiones... Principalmente ¿por qué no soy auténtica? Y si no lo soy, ¿en relación a la opinión de quien vivo?
Y acá radica el ki de la cuestión, qué opinión pesa más en mi vida, ¿la mía o la ajena? No es una pregunta menor, pero hay otra más poderosa aún... ¿Cuál es el precio que pago por vivir una vida basada en la opinión del otro? Sea quien sea: mamá, papá, amigas, amigos, novios, novias, amantes, gárgolas... y ¿estas dispuesta a pagar este precio?
El precio de la inautenticidad es vivir una vida desde una perspectiva ajena... Desde un espacio donde yo no soy más que lo que el otro quiere  que yo sea. Y hay que hacer una salvedad, el otro es cualquier otro.
·                     Mis padres que quieren que estudie tal carrera
·                     Mi mamá que me case y tenga hijos.
·                     Mi novio que sea exitosa pero no gane más plata que él.
·                     Mis amigas que quieren que sea la oreja de ellas.
·                     Mis amigos que quieren que sea la divertida.  
·                     Mis profesores que esperan sea la alumna brillante.
·                     La moda que me impone un estereotipo de cuerpo cuasi inalcanzable para la mayoría de las mujeres.
·                     La marca de ropa que impone un talle 4 equivalente al 1 de la talla "normal".
·                     Las Zapaterías que sólo trabajan hasta el 40, taco alto y con plataforma de 20 cm.


Todos esos son otros a los que decidimos escuchar antes de ser auténticas... Elegimos escucharlos antes de escucharnos a nosotras mismas... Te preguntarás que tiene que ver esto con la moda? Es una pregunta lógica y tiene mucho que ver. La forma en que elegimos vestirnos cada día, los colores, el diseño, los estampados, los accesorios... Todo habla de quiénes somos, muestra al mundo quiénes somos y cómo nos mostramos.
La forma en que elegimos, si elegimos marca, calidad, diseño, colores y estampados... Hablan de quiénes somos, a quiénes escuchamos, qué nos importa. Cuando elijo una prensa o accesorio con una marca gigante (y encima es muy reconocida por costosa), sea o no verdadera, que le digo al otro? Que me importa demostrar que puedo pagar algo que pocos pueden... Que me importa mostrar más mi poder adquisitivo y mis posibilidades de acceder a algo supuestamente exclusivo...
O la persona que se vista toda de negro siempre, o la que usa 4 talles más grande la ropa o más chica... O la que usa accesorios estrambóticos... O quien se viste de forma diferente... Todos proyectamos una identidad, nuestra identidad, nuestra imagen personal queda plasmada en la ropa que usamos... Habla de nuestro mundo emocional, donde habitamos y que miramos cuando miramos... Pero este es tema para el próximo artículo...
Ahora te dejó tres preguntas para que pienses...
1) ¿Estás viviendo una vida auténtica?
2) ¿Qué precio estas dispuesta a pagar por esa vida que estás viviendo?
3) ¿Que te hace falta para vivir la vida que vos querés vivir de manera auténtica, sincera y genuina?

Alelí Ortiz
Psicóloga y Coach Ontológico


¿Qué les pareció? Para nosotras se vuelve cada vez más identificatorio y queríamos cerrar este Capítulo con una palabra que nos pareció adrede.
¡ANIMATE! Animate a ponerte eso que te gusta, animate a hacer eso que tanto querés, animate a decir lo que sentís. ¡No hay nada que perder!
Esperamos que les haya gustado y esperamos que se animen a compartir sus experiencias y opiniones con nosotras … 
¡Las leemos!



7 sept 2017

Conversaciones Frente al Espejo


Parte I

Cada vez que nos paramos frente a un espejo surgen un sin fin de conversaciones privadas... ¿Qué son las conversaciones privadas? Son esas conversaciones que sostenemos con nosotras mismas, que suceden en nuestra mente y rara vez exteriorizamos... Son conversaciones que hablan de lo que nosotras nos hablamos cuando estamos solas... Lejos del otro que me juzga...

Y esto es fundamental... El otro... Porque esas conversaciones surgen a partir de la relevancia que el otro tiene en nuestra vida, que nosotros le damos al otro y a lo que dice, diría o quizás no diga...

En definitiva, cuando nos paramos frente al espejo es cuando divagando sobre lo que otros dirán de nosotros, lo que parece tener más importancia que la opinión nuestra sobre nosotros mismos... ¿Cuáles son estas conversaciones? A continuación listo algunos ejemplos, que lejos está de ser taxativo y exhaustivo el compendio, no agota la infinidad de posibilidades de conversaciones...

  • Me encanta este pantalón... Pero no sé qué van a decir mis amigas cuando me vean con un pantalón blanco?
  • Me gustaría usar una camisa/musculosa/remera media ajustada... Pero tengo los brazos feos y algo de panza…                                                                                                 
  • Qué pasa si quedó ridícula con este conjunto?
  • No me marca lo suficiente o me marca mucho
  • Sólo se ven mis defectos...
  • Me hace mucha cadera, me hace ancha de espalda,  me hace piernas gordas...
  • Etc. Etc. Etc...

Lamentablemente nuestro peor crítico somos nosotras mismas, y el principal problema con estas conversaciones es que existen sólo en nuestras mentes... Y rara vez tienen una solución exitosa... Porque las críticas no son ni positivas ni negativas... Nos criticamos destructivamente....
El primer paso a hacer es reconocer que esas críticas no son de otros... Son nuestras, de nosotras a nosotras mismas, de vos hacia vos...acá el otro sólo cumple la función de depositario para no hacernos cargo de nuestra propia falta de amor propio.
No es poco lo que digo ni fácil de digerir, Pero el problema es que si no podernos reconocernos como autoras de esa mirada poco puede cambiar nuestro mundo de posibilidades.
Cuando le he preguntado a mujeres qué miran en el espejo cuando se ven (y cuando me lo he preguntado a mí misma) la mayoría hace referencia directa a aquella parte del cuerpo que no le gusta: cadera, busto, panza, piernas, cara, etc Etc etc... Cuando les vuelvo a preguntar qué ven más allá de eso, no existe respuesta... La mayoría queda en silencio...
Te invito a mirarte en el espejo y ver qué ves vos, en qué te enfocas...
¿Que miras cuando te miras?...
Y esto es crucial... Porque cuando puedo alejar la vista de aquello que no me gusta, que me gustaría cambiar o que quisiera modificar o sacar, aparece el silencio ... Y quienes se animan a atravesar el silencio han encontrado respuestas que se vuelven poderosas y empoderadoras de la mujer que somos...
Estos artículos que van a venir hablan de esto, de cómo nuestra autocrítica nos dinamita por dentro y cómo podemos empoderarnos para ser mujeres que veamos en el espejo mujeres bellas...
Alelí Ortiz
Psicóloga y Coach Ontológico
¿Qué agregar después de esto? Excelente, ¡¿verdad?! Y ahora, ¿qué levante la mano quién pasó como Mujer por alguna de estas situaciones que plantea Alelí? 
¡Nosotras sí! Y por eso las invitamos a que compartan en un comentario su opinión sobre el Tema.
Esperamos que les haya gustado, nos encontramos acá para compartir el próximo Capítulo juntas.

30 mar 2017

Tengo una fiesta y estoy #embarazada ¡HELP!

La dulce espera es un momento mágico y especial donde no podemos permitirnos la queja, mucho menos por ropa. Si tenes un casamiento y te cuesta decidir aquí van unos TIPS.


Pancitas recientes: este es el momento del “se nota pero no se nota”, donde nuestro cuerpo empieza a amoldarse al embarazo pero aún no crece la pancita que lo evidencia. Les recomiendo cortes rectos con telas livianas y buena caída. Lo ideal sería marcar la silueta y delimitar nuestros hombros y cintura, pero sin ajustar. Si sos de las que sufre con los famosos “flotadores”, los vestidos con capa son tu salvación. Hacen el mismo efecto que los demás vestidos pero un sobrevuelo oculta completamente tu espalda y cadera.

Vestido Alcorta - Vestido Zapiola - Vestido Vicente

Pancitas avanzadas: estas futuras mamás ya dejan en claro que lo son, pero deben sortear el miedo a que la ropa genere más volumen. De este modo, seguimos con la "regla de oro para la embarazada": telas livianas con buena caída, pero buscamos vestidos que marquen los hombros, enderecen la espalda y luego caigan al ritmo de nuestro bebe.  Así vamos marcando el cuerpo, generando volumen sólo donde debe estar: nuestra panza. BONUS TRACK: si tenes un gran avance en tus pechos o no te sentís cómoda aún con ellos, los volados en dicha zona te van ayudar a sentirte más segura.

Vestido Helena - Vestido Singapur - Vestido Posadas - Vestido Uruguay

Evalúa tu placard a ver si tenes estos cortes o mira en www.tiendaalo.com.ar las opciones que hay con envío gratis.

¡Lo que resta es divertirse y bailar x 2!